domingo, agosto 13, 2006

Hasta cuándo Hasta dónde


(Amnon, montaje con adaptaciones al cine del mito de La Bella y la Bestia)


Nadie solidariza con las súplicas
del jorobado de Notre Damme
nadie piensa en el dolor de las quemaduras
del Fantasma de la Opera
nadie recuerda el trauma permanente
de una momia ahogada en su sarcófago
nadie piensa
en lo que le costó interpretar esa película
para niños
donde todos nos moríamos de horror
y gritábamos
mátenla
pero antes quítenle las vendas
para que veamos su auténtico rostro
y seamos felices de ser bellos
sonriendo con la cara que creemos
nuestra
única

Pobre monstruo de mala presencia
condenado a vagar por las noches
buscando un local de comida rápida
para saciar el hambre
y pasar inadvertido
Pobre monstruo sin currículum
nunca será contratado
o amado
no le arrendarán departamento
tendrá que buscar una caverna maloliente
donde no quieran pernoctar los animales

Condenado a posar en fotografías
de revistas sobre casos únicos y esperpentos
errores de la naturaleza
al margen Sólo

Y entonces a qué monstruo anónimo
virtual
culpar
de la desaparición de bosques
de la contaminación acústica
de los Bancos
de los atropellos
de las ciudades que se desparraman
como manchas de petróleo
de las bolsas negras de basura
de los envases plásticos
de los desechos fritos
Transnacionales
del culto a la imagen
al brillo
a la superficie
a la emisión de ruidos vocales
que ya no dicen nada
qué monstruo todopoderoso se esconde
y disfraza con piel de maniquí
dónde está el abominable hombre de las nieves
el Yeti de Los Andes
que nos devora lentamente
el diablo
el fantasma de Canterville
dónde están
para saber quién es el enemigo
y liberarme de estos ecos que recorren
los rostros
mueca que recorre las calles
miedo a la acumulación de cuentas
a los acreedores
a los corredores
arrendadores jefes choferes
cajeros ejecutivos
a la línea telefónica
a las secretarias que dicen
no sabría decirle

Y las notarías
ahora hay que poner la huella
y cortarse las venas en el mesón
para que nos cuenten los glóbulos
las plaquetas
conozcan el hematocrito
y tengan la leve sospecha
de que eres tú
el de la foto
y estás vivo

Hay que volver a las montañas
habitar el desierto
ya no quiero oír a nadie
ni comprar nada
ni vender
ni pagar
quiero volver al trueque
no quiero que me encuentren ni
que me llamen
quiero renunciar al celular
a su cordón umbilical que atrapa
y asfixia
a ese útero espacial
en donde el tiempo corre de otro modo
y vale más
y nunca calza en el horario económico

Ya estamos grandes
déjenme respirar
prefiero volver a ser

1 comentario:

grandchester dijo...

Quedan las ratas y cucarachas.
Están las hormigas y los gorriones.
Tenemos a los artistas.
.
Pero cuidado.
.
Dicen que todos son terroristas.
.